También mi admiración para quienes son sus padres, porque sé que esta lucha no ha sido fácil ya que estos angelitos requieren cuidados especiales y mucha atención.
Tengo amigas y amigos que han tenido bebés prematuros, he sentido su dolor por ver a sus bebés internados. He colaborado en las actividades que han realizado para cubrir los gastos de leche, pañales para bebés prematuros, entre otras cosas.
Dios nos pone pruebas en la vida y si no perdemos la fe, oramos y le pedimos de corazón que nos ayude él nos escuchará. Hoy los hijos de mis amigos son unos niños hermosos, van al colegio y juegan felices.
Hoy al ser madre recién puedo comprender que en nuestro corazón siempre vivirán nuestros hijos, aunque algunos ya no estén con nosotras por la voluntad de Dios sé que para todas las madres siempre ellos estarán presentes sonriéndonos desde el cielo.
Bendiciones para todos los bebés prematuros que hoy luchan por su vida, Dios está con ustedes velando su sueño y dándoles fuerza a sus padres, sigan luchando pequeños. ¡Sigan luchando!
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