Decidimos viajar a Piura para visitar a nuestra familia, fue tu primer viaje en mi vientre pequeño bebé y no paré de acariciarte durante el vuelo, hasta te puse música.
Tu papá y yo fuimos a visitar también a nuestros amigos para contarles que pronto seríamos tres. Ellos se alegraron por nosotros porque sabían que desde hace tiempo queríamos tenerte.
En Piura todo es bonito, la gente es muy amable, la comida deliciosa, los chifles, los bocadillos, las natillas y el clima soleado muy soleado a decir verdad. Amo Piura porque es el lugar donde conocí a Alonso y nos enamoramos.
Mi pequeño bebé comió ceviche donde Pedrito, el ceviche de ahí es considerado por Gastón Acurio el mejor ceviche del Perú. Mi suegro estaba feliz por mi embarazo además porque Alonso es su último hijo e iba a ser padre.
Es cierto cuando dicen que un bebé trae dicha y felicidad porque toda la familia de Alonso, que es también mi familia, estaba feliz. Yo no paraba de sonreír, tenía un brillo en los ojos muy especial y eso era por ti, mi bebé.
Las noches de Piura son calurosas y venían a visitarme mis amigos los mosquitos. Sí, los mosquitos que solo me picaban a mí y no a Alonso. Me coloqué repelente en los brazos, cara y parte del cuerpo pero me picaron en los dedos de los pies. Se las saben todas los mosquitos.
Mi pequeño bebé crecía poco a poco dentro de mí, Alonso acariciaba mi vientre y lo besaba. "Me gustaría que fuera una nena", decía. Yo todas las noches hasta hoy le agradezco a Dios por tenerte aquí con nosotros, eres el bebé más esperado y deseado. Eres el milagro de Dios.
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