Estar embarazada me cambió la vida. Cada amanecer estaba lleno de felicidad. Alonso y yo fuimos a mi primer control y los análisis no solo confirmaron mi embarazo si no también que me encontraba bien pero, por recomendación de mi ginecólogo, tenía que pasar interconsulta con endocrinología.
Sí, mi tiroides... mi pequeña e insignificante tiroides tenía que ser una vez más revisada. Esta vez mi endocrinóloga me solicitó sacarme análisis de anticuerpos (Anti-tiroperoxidasa). Luego de unos días los resultados estaban listos.
Mi doctora me dijo que tengo tiroiditis crónica, tengo la enfermedad de Hashimoto. Esta enfermedad es muy común y puede dar a cualquier edad un momento determinado la glándula tiroidea deja de producir las hormonas que necesita el cuerpo y se tiene que medicar de por vida.
La tiroiditis de Hashimoto es autoinmune lo que significa que mi cuerpo no reconoce mi glándula tiroidea y hace que las defensas la ataquen destruyéndola poco a poco.
Mi doctora tuvo que aumentar mi dosis de levotiroxina de 50 a 100 por mi embarazo, un bebé necesita de hormonas tiroideas y si mi cuerpo no produce las suficientes le puede hacer mal.
La levotiroxina no afecta para nada en el desarrollo del bebé al contrario lo ayuda durante su desarrollo fetal en la formación de su tiroides y en su producción de las hormonas tiroideas.
Cuando una mamá padece de hipertiroidismo Graves o hipotiroidismo Hashimoto debe continuar la medicación durante todo el embarazo, la cantidad de levotiroxina va aumentando según el tiempo de gestación.
Una vez que el bebé nace también se continúa tomando la dosis durante la lactancia. Hay probabilidades que el bebé nazca con esta deficiencia tiroidea porque su mamá la padece por eso se recomienda realizar un tamizaje al nacer (una punción en el pie para analizar la sangre) para descartar futuras enfermedades.
Si tú eres mamá y padeces esta enfermedad pero te encuentras gestando debes estar agradecida con Dios porque es bien difícil embarazarse, Dios es muy generoso con cada una de nosotras "las mariposas" así se conoce a las personas que padecen de tiroides nos llaman "mariposas" porque la glándula tiroidea tiene esa forma.
Seamos felices porque a pesar de estar enferma para mí esta enfermedad no existe porque la alegría que me da mi hija hace que todo sea bonito, una sonrisa y ver sus ojitos me dan la fuerza necesaria para levantarme y continuar. Dios bendiga a todas las madres del mundo.
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