sábado, 23 de febrero de 2019

Felicidades Amy

Hoy mi pequeña hijita cumple 1 año y 6 meses de vida, hoy se cumplen exactamente 2 años y 3 meses desde que Dios me concedió el milagro de ser madre y a su vez se cumplen 3 años y 6 meses que esperé para tener a Amy en mis brazos. 

A veces me cuesta encontrar las palabras para expresar algo pero hoy es diferente porque Amy está junto a nosotros, no me canso de decirle lo mucho que la amo todos los días.

Cuando cargo a mi hija siento que tengo la felicidad entre mis manos, el tiempo ha pasado muy rápido y aún me queda mucho por aprender a ser mamá y creo que Amy me está ayudando a hacer un buen trabajo.

Me da mucha alegría cada vez que la veo sonreír, es inevitable reírse con las travesuras que hace. Cargarla, ver dibujos, jugar, hacer burbujas, comer galletas de soda y dormir con ella se han convertido en mis principales pasatiempos.

Que bendición es tener una hija como Amy, una hija como tú, la hija que siempre quisimos tener, el milagro que Dios nos dio y gracias a nuestra fe logramos ser padres, tus padres.

Mi hija es una niña maravillosa, todos los niños son maravillosos porque nos traen alegría y empieza una nueva vida para nosotros los papás que viene con amanecidas, pañales y chupones incluidos.

Soy madre y siempre quise serlo, estoy pasando por un momento hermoso y lo disfruto día a día junto a Alonso y Amy. Todo es bonito si tengo a mi hija conmigo, ella lo es todo para mí, para nosotros.

Que Dios bendiga sus hogares y a sus hijos e hijas, que reciban muchas bendiciones y siempre sean felices. Cuando mi hija nació le pedí a Dios que quería que todos sean tan felices como yo: ¡Hoy Amy cumple 1 año y 6 meses!



Ella y nadie más

Es ella la que me motiva a seguir sonriendo. Ella y solo ella que con su esencia de pureza roba mi sueño y hace que en mis brazos la pasee por todos lados hasta que se quede dormida.

Es ella quien tiene la fuerza necesaria para hacerme reaccionar y darme cuenta que todo puedo lograrlo, que no hay obstáculos grandes ni caminos difíciles que no pueda recorrer de su mano.

Es solo ella y nadie más que me busca a cualquier hora porque necesita de mí pero ni siquiera se imagina que yo también necesito tanto y más de ella porque es la bendición que Dios me dio.

Mi vida le pertenece y ella lo sabe, con una sonrisa pícara borra mis penas y todo lo vuelve alegría, da unos pasos y me marca el camino que debo continuar a su lado.

Todos los días le digo que la amo, todas las mañanas, tardes y noches y ella sabe que yo siempre estaré ahí en cualquier momento del día para ella.

Hoy me toca llevarla entre mis brazos y en unos años ella, tan solo ella me llevará en los suyos y me ayudará a pararme y caminar nuevamente de su mano. Juntas por siempre.


Lactancia Bendita

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